Orden al servicio de Dios, de la Iglesia y de los hombres, en Cristo nuestros hermanos.

Misión


La Orden Monástica San Juan Bautista, busca desarrollar un programa mediante el cual la comunidad se cohesiona y fortalece, en la medida en que logra que todos sus miembros adopten formas de comportamiento común por tanto existen normas, valores, conocimientos y fines compartidos que les permiten identificarse como verdadero grupo comunitario, vivenciar sentimientos de arraigo y pertenencia, participar activamente en tareas comunes y sentirse corresponsables de todo lo que nuestra comunidad hace, claro está, también con sus logros y fracasos. Por esto, es necesario que todos los miembros hayan pasado por un arduo proceso de discernimiento, para así poder asumir un papel activo como servidores dentro de este espinoso pero enaltecedor camino de crecimiento espiritual y personal.
Otro de nuestros cometidos es hacer de la actividad pastoral y de la Eucaristía el centro de nuestra vida comunitaria, más quisiésemos que ésta Comunión no fuese solamente espiritual, ya que dicha palabra hace referencia al término comunidad, y a la vez, a la capacidad de compartir un espacio en el que todos nos vemos favorecidos gracias a una serie de responsabilidades, lo cual supone una adecuada comprensión de lo que significa ser conjunto y de la incidencia positiva o negativa que la intervención de cada hermano y hermana tienen en términos de calidad de vida para todos.


También es quehacer de nuestra orden el estudio de asignaturas como lo son: La Palabra de Dios, la filosofía, la teología, las artes, las ciencias, las lenguas de carácter bíblico y la literatura. A nuestra institución educativa y religiosa acudiremos no sólo para adquirir conocimientos y desarrollar nuestras capacidades cognoscitivas, sino muy especialmente para formarnos como personas y para prepararnos también en el ejercicio comunitario y en un trabajo pastoral eficaz y verdaderamente comprometido. Las asignaturas anteriormente mencionadas, han sido constituidas particularmente para entregar a las nuevas generaciones de monjas y monjes, lo mejor del saber acumulado por nuestros antepasados, es decir, por hombres de fe y Santos de la antigüedad considerados "Padres de la Iglesia" y de la vida comunitaria; así, todos los miembros podemos desarrollar nuestra potencialidad, contribuir al progreso de la comunidad, la sociedad y vivir armónicamente. Nuestra comprensión de la educación convoca a los distintos miembros de la Comunidad Monacal, a involucrarse en la vida de la institución; lo cual supone la adopción de actitudes de participación, compromiso y corresponsabilidad, que tejen un sistema de relaciones que posibilitará el mejoramiento de la institución y de quienes participan en ella.
 
Se concluye con el himno litúrgico que abarca y resume lo expuesto. Reza así:

Señor, tú me llamaste
Para ser instrumento de tu gracias,
Para anunciar la Buena Nueva,
Para sanar las almas.

Coro…

Cristo Jesús, tú que trajiste
Fuego a la entraña de la tierra,
Guarda encendida nuestra lámpara
Hasta la aurora de tu vuelta.
Instrumento de paz y de justicia,
Pregonero de todas tus palabras,
Agua para calmar la sed hiriente,
Mano que bendice y que ama.

Coro…
 
Señor, tú me llamaste
Para curar los corazones heridos,
Para gritar, en medio de las plazas,
Que el Amor está vivo,
Para sacar del sueño a los duermen
Y liberar al cautivo.
Soy cera blanda entre tus dedos,
Haz lo que quieras conmigo.

Coro…
 Señor, tú me llamaste
Para salvar al mundo ya cansado,
Para amar a los hombres
Que tú, Padre, me diste como hermanos.
Señor, me quieres para abolir las guerras
Y aliviar la miseria y el pecado;
Hacer temblar las piedras
Y ahuyentar a los lobos del rebaño.

Amén